Vivir una infancia rodeada de homofobia, nunca fue una opción, nunca algo sano para nadie, y sí algo inevitable bajo un trasfondo brutalmente ignorante. Aún recuerdo la primera vez que una persona me llamó “maricón”, y para esto, que ni yo mismo sabía que iba a ser uno; o tan siquiera el significado de la palabra como tal, también recuerdo la primera vez que me probé los tacones de mi madre y alguna falda o vestido que por tal acto me golpearían con un cinturón hasta el cansancio; y que por desgracia pasaría los siguientes 10 años condenado a pensar en que el hecho de esos golpes me habría “sanado y quitado lo maricón”, soñando por dentro con algún día poder ser yo, sin miedo, sin límites, con pasión, con amor.
Quizás nunca podría escribir realmente lo que viví, ví y aprendí en el transcurso de los años a través de mi transformación (me llevaría una vida), pero sí podría platicar un poco sobre el comienzo: (2012) fue la primera vez que pise Ciudad de México, sentí una ciudad mágica de inmediato, nunca sentí tanta libertad en ningún otro lugar como ahí, me quise mover a vivir ahí lo más pronto que pude y eso ocurrió finalmente en él (2013), el nombre de mi primer amigo en el área es Alan Balthazar (hace algunos años ya descansa en paz), y que wow, vaya, cuánto tengo por agradecer a ese ser, que me enseñó a ser libre y vivir cómo tal.
Me enseñó a que vestir una falda y pintarme los labios o las uñas no me hacía menos que los demás; y que eso me hacía sentir yo mismo finalmente sin ser juzgado por yo mismo, eso es lo que me llevó a conocerme más, tan pronto supe qué eso quería ser, eso era todo lo que alguna vez soñé ser, eso amaba ser y expresar un “Queer”, a lo largo del tiempo comencé a trabajar el personaje de lo que tenía en mente. A inicios del (2015) comencé a modelar full-time, aparte de hacer styling y una que otra presentación como DJ, lamentablemente la industria comercial en el 2015 seguía cerrada a contratar chicos como yo, tanto por apariencia física, forma de vestir y de expresión, lo cual ya me era indiferente porque solo existía esa ambición por ser el real yo y nunca estuve dispuesto a cambiar eso solo por un contrato de modelaje. Identificarme como lo que soy también siempre ha sido una prioridad; para mí la palabra “Queer” significa libertad y diversidad en su totalidad, la sociedad casi siempre está renuente a aceptar identidades que se salen del binarismo genérico-sexual de costumbre, por miedo o no sé, pero solo podría decirles que las palabras solo son palabras, uno les da el valor, el significado y su presencia total.
Entonces viví como lo que quise ser, un fucking Queer, el proceso de mi personaje costó muchísimo, me refiero a muchísimo trabajo mental-creativo, y el dejarse fluir dentro de ser tú mismo sin algún tapujo. Para eso del (2018) las cosas habían cambiado impresionantemente en la industria, y en general comencé a notar que ya había muchísima más aceptación social hacía lxs chicxs como yo, y de la mano la publicidad hizo solamente su trabajo; lo que para mí fue que él (2019) haya sido el mejor año de mi carrera hasta la fecha.
Photography: Geraldine Gómez @olympea.ga @mami.prada, Styling: Ilse Lorena Santana @barbiesincepillo wearing @dior blazer, @prada bag,@pikanteunderwear Model: Marlon Davies Watson @condemarl, Text: Marlon Davies Watson @condemarl, Location: Templo del Carmen, San Ángel, Ciudad de México
Continúo trabajando mi personaje, porque hay demasiadas maneras de reinventarse y ser lo más creativo posible dentro de eso y hasta el momento pienso que eso haré siempre, sin miedo, sin límites, con pasión, con amor; los invito a hacer lo mismo. Xoxo.
Comments